La Pobla de Benifassà salvará su escuela gracias a una familia de Ciudad Real con ocho hijos. Este núcleo familiar es el elegido para gestionar el hotel-restaurante municipal y, paralelamente, asegurará el futuro del centro educativo, “al menos siete u ocho años”, explica el alcalde, David Gil.

El Ayuntamiento de la localidad escogió en pleno esta candidatura, frente a otras dos que cumplían los requisitos. Los finalistas fueron la familia seleccionada, una de Algemesí, con cinco hijos, y la más sorprendente llegaba de Noruega, de una pareja con dos hijos de Castellón que está viviendo en el país nórdico.

Tras revisar las opciones, el consistorio se decantó por la procedente de Castilla-La Mancha. Los ocho hijos fueron un aspecto que sumó muchos puntos, “aunque solo irán a la escuela seis, pero son más que suficientes para garantizar la pervivencia del colegio”, informa el primer edil.

La Pobla de Benifassà ya se ha puesto en contacto con los beneficiarios, a la espera de su confirmación. “Creemos que dirán que sí, se prepararon muy bien el dosier de presentación para optar a la oferta”, comenta el munícipe.

A principios de junio se sacó la licitación del hotel-restaurante con el condicionante de que los beneficiarios debían ser una familia con hijos, preferentemente de la localidad, con el fin de conseguir niños para la escuela y cubrir el mínimo de cinco alumnos que exige la normativa. El anuncio tuvo un gran impacto tras su publicación y se recibieron más de 200 consultas al respecto.

Ninguna de ellas llegó por parte de vecinos del municipio, uno de los criterios que aportaba puntos cara a la selección final, junto al número de hijos. Cada vástago aportaba mayor puntuación a las propuestas presentadas.

Finalmente, tres candidaturas pasaron el proceso y la de Ciudad Real con ocho hijos ha ganado el concurso para ser la gerente del establecimiento aún cerrado. “Ahora esperamos que la semana que viene o cuando puedan nos visiten y se pueda abrir el hotel en agosto”, señala el primer edil.

Mediante esta fórmula, el consistorio pretendía atraer a familias con niños en edad escolar. La fórmula ha resultado un éxito, como lo fue en Olocau del Rey hace tres años cuando esta población ofreció una casa a cambio de niños para salvar su escuela. H