Hechos y no solo palabras». Esa es la exigencia a la Conselleria de Educación de la AMPA del colegio Regina Violant de Almassora. «Estamos cansados de ultimátums, hace meses que lo escuchamos y no hay novedades. Ya no sabemos si ponernos a llorar o qué, y lo pagan los niños del centro», explica a Mediterráneo la portavoz de los padres de alumnos, Marian Bermúdez.

Una respuesta que llega a raíz de la postura del Consell, que reclama a Torrescámara la rescisión del contrato o amenaza con llegar hasta la vía judicial para desbloquear los trabajos y adjudicar de nuevo este proyecto.

Con todo, hasta el momento, son solo declaraciones de intenciones de la administración autonómica que no se plasman en la realidad. Mientras tanto, la parcela donde se construye el centro, con la estructura del recinto a medias y la grúa parada, ofrece una sensación de abandono.

Ante ello, las familias pedirán formalmente, entre hoy y mañana, una reunión con el conseller Vicent Marzà. «Lo haremos por carta certificada, con acuse de recibo, y por correo electrónico. Queremos que nos dé explicaciones sobre qué ocurre. Se ha intentado por otras vías y pasa de nosotros. La única que contestó fue Mónica Oltra, quien culpa a la mercantil», indica Bermúdez.

MOVILIZACIÓN // Además, pase lo que pase con el encuentro que demandan con el responsable de Educación, los padres del Regina preparan una nueva movilización de protesta y reivindicación aprovechando la celebración del Carnaval. «Será el 9 de febrero, con un acto peculiar similar al que hicimos por Halloween», tal y como avanza la portavoz.

Por otro lado, el Síndic de Greuges ha contestado al colectivo escolar sobre su actuación de oficio ante las goteras que se registraron en los barracones actuales. «Han realizado algunas tareas para lavarles la cara, pero las instalaciones están mal y tienen 12 años. Esperamos que llueva y se podrá constatar si se producen otra vez los problemas del pasado 2017», destaca Bermúdez.