Una experiencia única. Durante el fin de semana, la avenida del Marqués de Benicarló fue escenario de un particular desembarco pirata que llegó al municipio cargado de diversión y con un botín de grandes tesoros singulares.

La Fira Pirata es una de las actividades organizadas por la Concejalía de Turismo como propuesta de ocio enfocada al público familiar durante la época estival.

La concejala del área, Rosana Marzá, comentó que en el espacio se ofrecían «un amplio abanico de alternativas de diversión para los más pequeños de la casa, con espectáculos, tenderetes y talleres para todos los públicos».

La artesanía, la creatividad, la imaginación, la gastronomía y la sostenibilidad fueron las claves más importantes de la original muestra. De esta forma, los vecinos y visitantes que acudieron a la cita pudieron ver un tiovivo infantil en el que los caballos de madera giraban gracias a la fuerza motora que aplicaba el feriante pedaleando en una antigua bicicleta. Además, la oferta la completó una gran cantidad de paradas en las que encontrar complementos y objetos confeccionados de manera artesanal.

Los productos alimentarios elaborados de forma natural también tuvieron su espacio en la cita, que registró una gran afluencia de público, si bien la lluvia intermitente que hizo acto de presencia a lo largo del fin de semana obligó a cerrar el evento en algún momento puntual.