Las malas condiciones meteorológicas marcaron ayer la celebración de la festividad de Santa Llúcia en Alcalà de Xivert. La lluvia caída durante la mañana impidió celebrar la procesión alrededor de la ermita, y redujo de manera notable el número de asistentes, que tradicionalmente se concentran en la plaza exterior mientras contemplan las espectaculares vistas existentes a más de 300 metros de altitud.

A pesar de ello, los más devotos cumplieron con la costumbre, ya que asistieron a la misa en el interior del templo religioso, se acercaron a la imagen de la santa y disfrutaron del sencillo refrigerio preparado por los mayorales de este año. Uno de ellos, Rigoberto Ebrí, comentó que durante este 2016 los organizadores han sido un total de 21 personas, que forman parte de las familias Ebrí-Cucala y Sorigó-Monreal.

Ebrí destacó que, a pesar del chubasco «la tradición se ha mantenido» y valoró que «para los próximos años hay lista de espera para tomar el relevo, lo que es muy importante» para perpetuar esta celebración. Aún así, lamentó que uno de los actos que habían preparado, una sencilla escenificación de la vida de Santa Llúcia, tuviera que suspenderse.

Vecinos de Alcalà y localidades cercanas, junto a las autoridades locales, arroparon a los mayorales en este día, que como cada año recuerda a los xivertenses que los días grandes de la Navidad están a punto de llegar.