La posible rotura de una de la válvulas que conectan la red general de agua en el pozo de l’Artiga, que abastece a la población en Artana (junto al manantial de les Mines) provocó el supuesto episodio contaminante detectado el pasado lunes en el municipio y que mantiene a los vecinos sin poder consumir ni ducharse ni lavarse con el agua que sale del grifo.

Todo apunta a que debido a este «accidente» --como lo calificó ayer el alcalde, Enrique Vilar--, el hierro y el fungicida utilizados en una finca de naranjos existente junto al acuífero se filtraron a la red general y llegó hasta las casas de los ciudadanos, que alertaron al Ayuntamiento al detectar que del grifo salía un líquido de color rojizo. Así lo determina el informe preliminar elaborado por el Colegio de Farmacéuticos, tras estudiar unas muestras tomadas en el foco contaminante.

«Las analíticas han evidenciado la presencia de hierro, pero en niveles que no alcanzan ni la mitad del máximo permitido; así como de un fungicida, si bien en este caso los resultados no se conocerán hasta dentro de unos siete días», explicó Vilar, quien descartó cualquier negligencia.

«Nunca había ocurrido nada similar y se actuará para que no vuelva a repetirse», añadió.

PROHIBICIÓN //

Mientras tanto, el consistorio mantendrá la prohibición del consumo humano hasta obtener la autorización por parte de la Conselleria de Sanidad, que determine que no supone ningún riesgo para la salud. Un permiso que probablemente no se conceda hasta dentro, al menos, de una semana, cuando se sepan los resultados definitivos de las analíticas tomadas en el pozo de l’Artiga por el Colegio de Farmacéuticos, que anualmente recoge muestras para comprobar la calidad del agua, «siempre con unos datos que resultan excelentes», como recordó el alcalde de este municipio, conocido precisamente por su apreciada agua.

Pese a que ya salía clara durante el día de ayer, el alcalde, Enrique Vilar, recuerda a los vecinos que se abstengan de consumirla hasta nueva orden. «Debemos ser muy prudentes», añadió.

La voz de alarma saltó el lunes y rápidamente se activó el protocolo sanitario que marca la Generalitat en estos casos y se alertó (vía bando y redes sociales) a los habitantes para que acudieran a cualquiera de las ocho fuentes públicas que se nutren del manantial de les Mines. Las limitaciones no afectan a la urbanización Zorear del término, que se abastece por este manantial.