Las calles de la Salzadella muestran su mejor aspecto durante este fin de semana, con motivo de la Fira de la Cirera, un evento que gira alrededor del producto más representativo del municipio, y que ayuda a descubrir al visitante otros alicientes locales. El concejal de Fiestas, Edgar Gallego, indicó que la primera jornada «recibimos la presencia aproximada de unas 3.000 personas, ligeramente superior a la afluencia vivida en las ediciones anteriores».

La inauguración oficial fue a las 10.30 horas, con el corte de la cinta por parte de la reina y las damas de las fiestas, autoridades y la presencia institucional venida desde los pueblos vecinos. Acto seguido llegó el recorrido por los más de 100 puestos, en los que además de cerezas se pueden adquirir otros productos artesanales. Gallego destacó «la gran calidad de la cosecha en este momento de la temporada, lo que se traduce en un buen calibre y sabor, por lo que la ubicación de esta cita ha sido perfecta».

CREACIONES / Los asistentes no solo pueden apreciar el producto fresco, sino también sus aplicaciones en recetas de repostería, o como elemento central de licores. «La plaza de México es el epicentro, y desde el expositor del Ayuntamiento salen las visitas guiadas por los puntos de más interés de la Salzadella, como la iglesia, las capillas o las murallas antiguas», incidió el edil.

Otro de los atractivos está en el Museo de la Cereza, un espacio que muestra, a través de un vídeo, el proceso de cultivo y recolección de la fruta, los carteles originales de todas las ediciones de la feria o los artículos y aperos tradicionales empleados por los recolectores locales.

Hoy prosigue la fiesta, con demostraciones gastronómicas, a cargo de alumnos de Cocina del centro de Formación Profesional de Benicarló, talleres, una demostración de esquilaje de ovejas, espectáculos o un encuentro de motos Harley Davidson.