Tal y como predijeron los expertos en micología la campaña de setas en Castellón está marcada por la escasez de producto. Al menos, de momento, a excepción de puntos del interior de la provincia, sobre todo en zonas de Vilafranca o del Penyagolosa.

Un verano sin lluvias y un arranque del otoño con precipitaciones en puntos concretos, así como las altas temperaturas, han mermado la aparición de hongos en los montes. Una situación que ha disparado el precio de una de las variedades más preciadas y características, el robellón, que alcanza estos días cifras casi nunca vistas, llegando a los 40 euros el kilo en puntos como el Mercat Central de Castellón.

Hasta esta semana, encontrar níscalos en los mercados o fruterías de la provincia era prácticamente una misión imposible. Los últimos días ha aparecido el producto, pero en cuentagotas y con precios elevados. «Nosotros tenemos tres tipos de precio, 40 euros el kilo por los que tienen mejor presencia, 30 para los que no son tan bonitos y vendemos packs con 1/4 a unos 20 euros», destaca una frutera del mercado central.

En Vila-real, es difícil encontrar estos hongos tan empleados en los fogones en puestos de la localidad. Alguna tienda tiene y también están en precios similares, alcanzando los 38 euros el kilo. También en Onda escasean, aunque se pueden encontrar en diversos puntos a precio de oro. La mayoría de estos establecimientos de venta esconden los precios y obligan al cliente a preguntar, para no amedrantarlos por los valores actuales del mercado (informa Nadal Escrig).

La floja temporada se traduce en esta anómala situación, ya que, habitualmente, los precios se mueven entre los 10-15 euros el kilo en una temporada normal. Por lo tanto, este año el robellón ha multiplicado por cuatro su precio habitual. Además, parte de la producción inicial ha llegado procedente de fuera, de puntos como Huesca o León o, incluso de países de Europa como Hungría, Rumanía o Bulgaria.

PREVISIONES OPTIMISTAS // Con un poco de suerte y algunas jornadas lluviosas, así como por la bajada de temperaturas de los últimos días, la aparición de setas podría mejorar de manera sensible. Las previsiones son optimistas y auguran que noviembre podría conllevar una buena producción. De esta forma, los precios apuntan a la baja, tras llegar al techo estos días de los 40 euros el kilo.

Los cazadores de setas han reaparecido este octubre, tras un septiembre sin poder salir al monte porque los hongos eran testimoniales. Una afición que mueve la economía de los municipios del interior, pero que necesita materia prima en el monte. H