Punto y final. Tras varias semanas de trabajos, las obras de mejora de la antigua N-340 a su paso por Benicarló han finalizado. Se trata de uno de los condicionantes puestos en su día por el Ayuntamiento que preside la alcaldesa, Xaro Miralles, para aceptar la cesión del vial. Desde el PP dieron ayer un paso más y adelantaron que el Gobierno ha firmado el traspaso del eje al consistorio. La primera edila mostró a Mediterráneo su sorpresa y señaló que espera «la llamada de Fomento».

«Se trata de un trámite que se ha conseguido tras las reuniones mantenidas por el grupo popular en la ciudad, que trasladó la petición al portavoz de la comisión de Fomento, Miguel Barrachina», indicó el presidente de la agrupación local, Juan Antonio Mañá. Además, agradeció al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y al Ejecutivo de Mariano Rajoy que «después de esta cesión se puedan acometer otras obras de mejora de este vial». Y señaló que «esta actuación se incluye dentro del paquete de medidas que benefician al norte de la provincia, como el hecho de que se vayan a triplicar las frecuencias entre Vinaròs y Benicarló, la propia variante de la N-340 o las intervenciones en la N-232».

BULEVAR // Como confirmó la primera edila, el traspaso marcará el inicio del futuro bulevar, que ocupará todo el tramo urbano la nacional 340a. En concreto, está previsto que la anchura de la calzada se limite a seis metros y que el resto del espacio lo ocupe un carril bici, jardines y luminarias.

En este sentido, la alcaldesa recordó: «No queremos que sea una carretera nacional como la que ahora tenemos, donde la velocidad de los coches es muy elevada». «La idea del Ayuntamiento es convertir el tramo urbano en un eje que garantice la seguridad a los ciudadanos», señaló. Además, recordó que «este es el primer paso firme de un proyecto a largo plazo», por lo que buscarán el máximo consenso.