El día grande de las fiestas patronales de Sant Blai en Burriana se inició este lunes a las 9.30 horas con la apertura de la popular Font del Vi, que fue recibida con una afluencia masiva de los vecinos de la localidad, que no quisieron perderse este momento tan tradicional en el que este año suministraron hasta 200 litros de vino.

Y es que esta fiesta tiene un gran poder de convocatoria, ya que la hilera de gente que esperaba a recibir el almuerzo típico de la jornada llegó por momentos hasta la altura de la ermita del patrón, algo a lo que contribuyó que la meteorología fuera más primaveral que invernal, de manera que los cerca de 2.500 bocadillos preparados se repartieron en menos de hora y media.

El concejal de Gente Mayor, Hilario Usó, fue el encargado de explicar el origen y la historia de la tradición. A continuación, varias representantes del centro de mayores procedieron a la lectura de los versos del ilustre poeta local Juan Bautista Tejedo, El Bessó.

PROTOCOLO / La alcaldesa, Maria Josep Safont, la concejala de Fiestas, Lluïsa Monferrer, y las reinas falleras del 2020, Elena Pastor y Julia López, fueron las primeras en acercarse al caño para llenar sus respectivos vasos y brindar por el patrón. El resto de la representación municipal, así como la Policía Local y la Guardia Civil, junto a la diputada provincial, Ruth Sanz, completaron el elenco de autoridades que asistieron a tan popular cita. Todos degustaron el emparedado de longaniza y morcilla, acompañado por un postre de naranjas flambeadas, cortesía a cargo de la asociación de hostelería de Burriana.

El grupo infantil de danzas tradicionales del Centre Municipal de les Arts Rafael Martí de Viciana hizo una demostración de baile en representación del folclore local. Y así, con un ambiente inmejorable, completaron una mañana que también incluyó actividades para los más pequeños.

Por la tarde, la religiosidad acaparó las propuestas programadas, con la misa en la basílica del Salvador y la posterior procesión, que volvió a ser la constatación del fervor que el santo de la ciudad despierta entre los vecinos. Ediles, comisiones falleras y la Agrupació Filharmònica Borrianenca completaron un desfile que congregó a multitud de devotos. Como manda la tradición, el pasacalles concluyó cuando la imagen de Sant Blai atravesó la puerta del ermitorio del que es titular, donde descansará hasta las fiestas del próximo año.