El edil de Servicios, Guillem Alsina, y los técnicos municipales también acudieron ayer a revisar el entorno de la Foradada, muy afectado por el temporal, constatando que sigue exactamente igual que tras el oleaje de principios de año. En esta zona, el consistorio propone un vallado que permita el paso vecinal, pero que impida el de vehículos, y un refuerzo con escolleras de los 26 metros lineales afectados, lo que supondría una inversión de 78.000 euros.

Otro de los puntos con riesgo de derrumbe inmediato es les Salines, en la costa sur, que afecta al acceso peatonal. En este punto, el ejecutivo local pide instalar de manera urgente barandillas de madera para evitar el incremento de peso o el paso de personas en la zona y la ejecución de escolleras de protección de los 38 metros lineales que están afectados. También corre un serio peligro la Cala Puntal.