El edil de Urbanismo de Peñíscola, Romualdo Forner, reclamó ayer que la Generalitat emprenda la primera fase de los trabajos de mejora de la carretera CV-141, que enlaza el casco urbano con la N-340, y que supone la principal vía de entrada y salida a la localidad. El edil aseguró que la Generalitat ha dejado pospuesta de manera indefinida la actuación.

“En noviembre pasado nos reunimos con el director general de Carreteras, Carlos Domingo, para conocer el estado de la tramitación del proyecto. Nos dijeron que no hay fondos y se nos advirtió de que no habría disposición presupuestaria en toda la legislatura para acometer esta obra”. Forner recordó que los anteriores responsables del ejecutivo autonómico anunciaron la puesta en marcha de la primera fase, por un importe de 1,2 millones de euros. “Esta inversión se ha perdido, pero en cambio sí se harán intervenciones en carreteras en municipios que están gobernados por el PSOE por valor de un millón de euros, lo que se dice desvestir a un santo para vestir luego a otro”, sentencia.

El vial, de más de cinco kilómetros, cuenta con un carril por sentido y unos arcenes estrechos. Está rodeado por numerosas urbanizaciones, “por lo que hay muchos accesos y giros a la izquierda”. Además, Forner destaca que el vial “es peligroso y aumentan los problemas en estío”.

El año pasado se hizo un reasfaltado en parte del trazado, un tramo de aproximadamente tres kilómetros. La otra parte cuenta con parches en el firme. El proyecto de la Generalitat valenciana contemplaba la ampliación de los arcenes, una mejora en la señalización y la creación de un carril bici y zona peatonal, separados de los carriles de vehículos mediante una mediana central ajardinada. La primera fase enlazaría el tramo más cercano al casco urbano, entre el camino Abellers y la conexión con el vial Peñíscola-Benicarló, tal y como mencionó el edil del área. H