La Conselleria de Obras Públicas explicó ayer a Mediterráneo la decisión de paralizar las obras del vial CV-141 de Peñíscola, «hasta que los técnicos se reúnan para abordar posibles soluciones a los problemas planteados». En los últimos días se produjeron quejas por el sistema empleado para separar los dos carriles de la calzada. Un bordillo que debe servir para evitar giros a la izquierda, pero que, según comentarios de los vecinos y un informe de la Policía Local remitido en marzo, podría crear colapsos de circulación y que los vehículos de emergencias se queden atrapados.

El miércoles hubo una conversación telefónica entre el alcalde, Andrés Martínez, y la consellera en funciones María José Salvador para tratar este asunto, y han convocado para el jueves que viene un encuentro con el objetivo de analizar esta cuestión.