Golf Sant Gregori ya da pasos firmes hacia el inicio de las obras. El primer avance importante de los que restan para que las máquinas puedan entrar en el PAI es salir del concurso de acreedores en el que entró voluntariamente el 30 de diciembre del 2014. Mañana tendrá lugar la junta de acreedores, que será la que dará el visto bueno para que el juez decida levantarlo.

De este modo, fructifican, varios meses de trabajo en silencio, pero con un objetivo claro: la reactivación del programa y el comienzo de los trabajos de urbanización. Desde antes del verano no se habían producido noticias al respecto, pero la promotora no ha cesado las gestiones para lograr tenerlo todo listo en cuanto el juzgado convocase el encuentro ahora anunciado.

A esta cita están llamados el 100% de los acreedores, aunque basta con la presencia del 65% de la deuda para que se dé por válida la decisión que en la misma determinen. Atrás han quedado las negociaciones con hasta cuatro entidades bancarias importantes y la compra de gran parte del débito contraído por la compañía y que motivó que solicitase en su día el concurso voluntario.

LOS PLAZOS // Aunque el auto del juez puede tardar unas semanas en llegar, el acuerdo de la junta de acreedores es suficiente para el siguiente trámite cara a la reactivación del PAI, que está en manos del Ayuntamiento. Y es que la mercantil habrá cumplido la última de las condiciones que el consistorio le interpuso para aceptar el acuerdo transaccional a través del cual volverá a tener la condición de agente urbanizador. El tercer punto será el del inicio del proyecto urbanístico de 2,5 millones de metros cuadrados que entró en el consistorio en el ejercicio 2000.

Uno de los compromisos adquiridos por el grupo inversor y que mantiene firme es que «se garantizan las cuotas de urbanización satisfechas en su momento». Se trata de uno de los puntos más sensibles de este largo proceso, por cuanto no estaba claro qué sucedería. Sin embargo, la empresa se comprometió desde el primer momento a hacerlo.