Golf Sant Gregori ha presentado la totalidad de los avales exigidos en el acuerdo transaccional y en la actualidad está a la espera de que los técnicos municipales de Burriana los aprueben. El siguiente paso será convocar un pleno extraordinario que le retornará la condición de agente urbanizador. La mercantil espera que la citada sesión plenaria llegue en unas dos semanas.

A lo largo del último mes, la firma ha entregado en el registro del Ayuntamiento «todas las obligaciones impuestas», que no eran más que un incremento de las garantías que en su día exigieron. Entre estos avales se encuentran los del campo de golf, las garantías de la cuota cero abonada por los propietarios, los anticipos de los costes de urbanización que desembolsaron algunos titulares de las parcelas o los 40.000 euros de la asistencia técnica.

UNO A UNO // Los funcionarios han venido estudiando la documentación a medida que la compañía la ha ido aportando, por lo que esperan que el plazo para terminar la revisión no sea muy largo. De ahí que desde la firma prevén que antes de Semana Santa tendrán no solo el «sí», sino también la fecha de la sesión plenaria.

Comenzará entonces una nueva etapa para el proyecto urbanístico en la que el primer paso será el de licitar la obra pública en un procedimiento abierto de ámbito europeo. Las estimaciones apuntan a que en el mes de septiembre arrancarán los trabajos de urbanización del PAI de 2,5 millones de metros cuadrados, un campo de golf y una reserva de galápago europeo, así como la puesta en valor de la villa romana, unos restos arqueológicos que quedarán en primera línea de mar, cerrados por cuestiones de seguridad, pero de manera que sean fáciles de contemplar desde el exterior del cercado.

El proyecto entró en el ayuntamiento en el 2000 y, tras una década de tramitación administrativa, la mercantil entró en concurso voluntario de acreedores en diciembre del año 2010, de donde salió a finales del 2018.