El temporal de la semana pasada en Vinaròs, cuando se registraron acumulaciones de agua récord nacional, propició que la bajada de barrancos produjera un hallazgo que podría ser de mucho interés en la zona de Aigua Oliva, entorno donde también se ha formado un gran espigón de sedimentos que es un nuevo foco de atracción de los vinarocenses, del que ya informó este diario.

David Gómez y Dídac Mesa, grandes aficionados a la historia, flora y fauna de la comarca, dando una vuelta por este entorno vieron cómo la virulenta gota fría había dejado al descubierto en el lecho fluvial alrededor de 50 metros de una vía de comunicación que se supone muy antigua. Según comenta el historiador Gómez, cuentan con «con muy poca información de este camino, por donde previsiblemente pasaban carros, al quedar visibles los pasos de las ruedas, ya que solo se habían documentado unos pequeños vestigios del mismo».

LOS ORÍGENES //

Gómez considera que es un eje de la época iberorromana, aunque «no se sabe exactamente aún» porque no hay nada con lo que puedan compararlo. Al respecto, detalla: «Sabemos que en ese momento Aigua Oliva pudo haber sido una zona de embarcadero de carga y descarga de mercancías, al contrario de la medieval, cuando no hubo actividad en este lugar. Por eso creo que tiene tanta antigüedad».

Otra gran sorpresa registrada en este entorno después del gran temporal ha sido la formación de un espigón de tierra y piedras en la desembocadura del barranco de esta zona. Se trata de lo que algunos han aventurado a denominar el delta de Aigua Oliva. El presumible carácter efímero de esta formación, unido a la difusión realizada por los medios de comunicación a lo largo de los últimos días, lo han convertido en un lugar de visita para muchos vinarocenses y curiosos.

De este modo, el límite entre Vinaròs y Benicarló gana dos nuevos puntos de interés que deberán de analizar con detalle.