El Sant Antoni de Castellfort llenó la pequeña población de Els Ports durante toda la jornada de ayer con hermandad vecinal. La celebración en honor al patrón de los animales se adelantó para no coincidir con otras poblaciones que lo harán durante los próximos fines de semana.

La fiesta medieval del fuego arrancó hace siete días con los actos previos y de preparación. El viernes se llevó a cabo el montaje de la gran barraca. En la tarde de ayer, continuaron las actividades con las citas más esperadas. Encinas y pinos entraron en la población arrastrados por caballos en el que es, sin duda, uno de los momentos más espectaculares y vibrantes en esta localidad.

La vegetación se destinó a la instalación de una hoguera más pequeña para asar la carne, mientras que otra parte se subastó en la peculiar puja que realiza el municipio en la que se pueden adquirir los productos más diversos, entre ellos la misma leña.

noche // Ya entrado el sábado, decenas de participantes participaron en la bendición. En muchos municipios las mascotas y otros animales, desde perros, gatos, conejos e, incluso ovejas, forman parte de esta propuesta. Terminada la misma, en la que se repartieron las pastas típicas de la festividad, el fuego tomaría el protagonismo absoluto de la agenda.

La encendida y quema de la barraca fue el momento cumbre. En este sentido, en Castellfort no se desarrolla la santantonà. En su caso, las llamas más purificadoras llenaron de calor la gélida noche del municipio. El broche de oro de esta edición llegó con una discomóvil que se alargó hasta bien entrada la madrugada.