El Ayuntamiento de Vinaròs cerró ayer a mediodía al público la cala nudista situada en el paraje natural de Sòl de Riu. El motivo, un importante desprendimiento de su acantilado la noche anterior. Por fortuna, no han tenido que lamentarse daños en personas, pero hubiera podido pasar, ya que el jueves se vio a gente allí tomando el sol y bañándose.

La caída de rocas ha sido tan grande que ya prácticamente no queda playa, como explicaba el concejal de Obras y Servicios, Guillem Alsina. «Es la pérdida definitiva de este tramo de costa, porque lo que ha quedado es muy pequeño y es una lástima, pues toda la zona de Sòl de Riu está desapareciendo, sin que tengamos el apoyo del Ministerio».

Y es que hace tan solo unos meses ya hubo otro caso similar en la Costa Norte debido a la regresión marina y los efectos del último temporal. Entonces, la dirección General de Costas decidió no actuar al tratarse de un paraje natural. Tampoco se prevé, por tanto, que se intervenga en este.

Alsina señaló que hay dos puntos más con peligro inminente de derrumbes. Se trata de Cala Puntal y el barranco de Salines. «En el primero, ha habido una pérdida de sección del vial que impide en cuatro o cinco chalets entrar a sus propietarios con los vehículos. Tenemos un riesgo importante de que se vaya todo abajo», advirtió. En cuanto al segundo, «el puente se ha quedado con todo el forjado a la vista y por eso trasladamos el tránsito rodado hacia el interior e hicimos una pasarela peatonal». También hubo una pérdida importante de hormigón en el paso del Saldonar y se han formado unas grandes cavidades a lo largo de toda la costa.

NEGATIVA / El edil recordó que se han reclamado los daños del temporal al Ministerio. Sin embargo, la respuesta de la directora general de Sostenibilidad, Raquel Orts, fue «que Vinaròs no ha sufrido problemas estructurales, no es prioritario y sí Almenara, por lo que aquí se invertirá poco».