La Policía Local de Almassora y la Guardia Civil abordarán un plan específico de vigilancia en el entorno de la plaza Botànic Calduch para mejorar la convivencia vecinal y atajar los conflictos. Así lo decidieron durante la junta de seguridad local celebrada ayer en el consistorio. Se trata de una problemática que se arrastra desde hace años, agravada en los últimos meses, como denuncian los vecinos, que califican la situación de «insoportable».

Por ello, han reclamado en reiteradas ocasiones, tanto al consistorio como a la Subdelegación del Gobierno, medidas para acabar con las ocupaciones ilegales, así como una mayor vigilancia y presencia policial para tratar de prevenir actos delictivos y que la zona deje de ser un foco de marginalidad y desaparezca el «incivismo» que ha ganado fuerza en esta parte del municipio.

Una problemática que se abordó en el encuentro con los diferentes cuerpos de seguridad que presidieron la alcaldesa, Merche Galí; y la subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten. Representantes del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía de la Generalitat Valenciana se sumaron al comisario jefe de la Policía Local de Almassora, Roberto Verdoy; y la teniente de la Guardia Civil, Camino Martínez de Baños.

De esta forma, la primera edil trasladó su voluntad de instalar cámaras de seguridad en el entorno de la plaza, por lo que incidió a la Subdelegación para agilizar la solicitud. La localidad, que cuenta con presupuestos y partida económica disponible, está a expensas de recibir la autorización para poder tramitar la compra de los equipos que incrementarían la vigilancia en el barrio. Y es que el Ayuntamiento necesita el visto bueno de los cuerpos de seguridad supramunicipales antes de realizar la reserva de crédito y formalizar la adquisición de las cámaras, una iniciativa que también reclama el PP.

Mientras, tanto Policía Local como Guardia Civil aumentarán la vigilancia del entorno para prevenir conflictos de convivencia vecinal, sobre todo en horario nocturno para garantizar el descanso de los residentes. Los primeros en activar patrullas extra de vigilancia han sido los agentes de la plantilla municipal con el objetivo de disuadir conductas incívicas y menudeo de droga, si bien Galí alertó de que era «imprescindible» la colaboración de la Guardia Civil.

Por otro lado, la reunión abordó la futura llegada de temporeros a la localidad y municipios vecinos coincidiendo con la campaña de recogida de naranja, por lo que se comprometieron a revisar los protocolos de prevención del covid y aplicar directrices de Agricultura para evitar contagios.