--Su mandato finalizará el próximo 17 de junio. ¿Qué legado le deja al nuevo alcalde?

--Me gustaría resaltar que el proyecto nace a principios de la legislatura. Marcamos la línea del nuevo gobierno, no la del de Carmen Navarro, y ahora la de Manel Martínez. Los únicos que vamos a cambiar los puestos dentro del equipo de gobierno somos dos ediles. Es un pacto de trabajo continuo que finalizará dentro de dos años y que apuesta por hacer pequeñas cosas para hacer un pueblo más grande. Las puertas de este despacho siempre han estado abiertas a todo el mundo.

--¿Cómo es la relación los miembros del equipo de gobierno?

--La relación es muy buena. Somos un equipo y los siete días de la semana estamos en contacto para afrontar los problemas.

--El 17 de junio pasará a ser vicealcaldesa, ¿qué áreas asumirá?

--Asumiré las áreas de Infraestructuras, Desarrollo Local, Sostenibilidad y Policía Local, que son las que ha estado gestionando mi sucesor, Manel Martínez.

--¿Qué recuerda del primer día en el despacho de la alcaldía?

--Recuerdo los nervios por el cargo tan importante que supone ser la alcaldesa y también un poco de miedo por la responsabilidad que conlleva y por no querer defraudar a los vecinos. Pero me gustaría resaltar la satisfacción actual del deber cumplido.

--¿Qué proyectos se encontró entonces encima de la mesa?

--Cuando llegamos, había un proyecto muy importante como era la obra del CEIP José Alba. Había que iniciarlo rápido para que en septiembre estuviese terminado. Fue la primera actuación ilusionante, porque la mejora afectaba directamente a la calidad educativa de alumnos y profesores. Ha habido muchas iniciativas que se han ido programando en el día a día. Al acceder al gobierno, el presupuesto municipal estaba prácticamente agotado y todavía faltaban seis meses para finalizar el ejercicio. Con lo que había en las arcas municipales tuvimos que jugar... y lo hicimos bien porque al final de año quedó un remanente económico positivo.

--¿Qué actuaciones se han llevado a cabo durante estos años?

--Hemos hecho realidad el cambio del mercado municipal de los lunes, que lo hemos devuelto al emplazamiento de toda la vida. En el área de Turismo y Patrimonio, también se ha potenciado la villa termal que somos, con la creación de la ruta de los balnearios, sin olvidar la vía ferrata, construida en la pared de la antigua cantera, entre otros.

--¿Cómo estaban las cuentas municipales en el 2015?

--Las cuentas estaban saneadas con los bancos, pero el montante económico que se le adeudaba a pequeños empresarios y autónomos de la localidad aún seguimos pagándolo. Con todo, en el 2015, en entidades financieras había 800.000 euros porque el anterior gobierno cobró todas las subvenciones que desde hacía muchos años le quedaban por ingresar y este ejecutivo local, con un presupuesto casi agotado como el del ejercicio 2015, ha tenido que hacer gestión. Hoy, en el banco hay más de un millón.

--¿Por qué no invierten ese millón de euros que tienen?

--Porque continuamos trabajando con las manos atadas por el Ministerio de Hacienda. Este año se jubila un trabajador, pero desde el Gobierno central nos dicen que no podemos cubrir esta plaza. Si tenemos dinero y podemos mejorar la atención a la ciudadanía, no sé por qué se nos impide a los ayuntamientos.

--¿Cómo ha sido el trato con la Diputación y la Generalitat?

--Hemos ido a la Diputación y hemos solicitado los planes provinciales --ahora plan 135--, por lo que agradecemos la colaboración con la administración provincial; al igual que ha ocurrido con la Generalitat valenciana. Ambas instituciones han trabajado con nosotros y espero que en los próximos dos años esta buena sintonía crezca, porque todos los ciudadanos ganarán.

--¿Qué iniciativas no se han podido ejecutar en el transcurso de estos dos ejercicios y verán la luz en lo que queda de legislatura?

--Hemos desarrollado dos proyectos importantes que verán su luz en su totalidad este año. Se trata de la cubierta de la zona deportiva y lo que será el parque de la Vieta. Si recibiéramos una ayuda de la Generalitat valenciana, podríamos complementar este jardín. También nos gustaría poder ejecutar la pavimentación de los viales del casco urbano, así como la construcción de colectores de aguas pluviales, que no se llevan a cabo por la falta de recursos económicos. Y queda pendiente el carril bici que uniría la Vilavella, Nules, playa de Nules y playa de Moncofa; así como un paso seguro para cruzar la carretera de la Vilavella a la Vall, en la zona de los almacenes de naranjas.

--Por último, ¿qué le diría a sus vecinos de la Vilavella?

--Que tengan comprensión con nuestro trabajo. La figura del alcalde es la de un vecino más, que intenta cumplir las necesidades. Su satisfacción es la mía.