Creer en un cambio de modelo es el primer paso para hacerlo posible. Bajo esa premisa trabaja desde el año 2014 la Fundación LowCarbon Energy, el resultado del compromiso y la firme convicción de un grupo de pymes de la Vall d’Uixó y su comarca de que desarrollo económico y sostenibilidad no tienen por qué ser incompatibles, lo que plasman en el impulso de acciones y colaboraciones que abogan por dar viabilidad a toda aquella actividad que no produce emisiones de CO2 a la atmósfera.

Josep Antoni Nebot, (en la imagen inferior) presidente de la Fundación, defiende la cultura de las pequeñas aportaciones para lograr grandes transformaciones y con esa filosofía vienen desarrollando su actividad que, entre otras propuestas, centra buena parte de sus esfuerzos en la formación.

Hace un par de semanas concluyó la tercera edición de su proyecto LowCarbon Energy: Generación de empleo y de energía limpia, financiado al 50% por el Ministerio de Transición Ecológica dentro del ambicioso programa Empleaverde, de la Fundación Biodiversidad.

«El objetivo principal de esta iniciativa es impulsar la creación de empleo en colectivos prioritarios con dificultades de acceso al mercado laboral, mediante la adquisición de nuevas competencias y conocimientos sobre energías renovables», señala.

Nuevas oportunidades

Han sido dos los cursos de formación, Técnico básico de energías renovables y eficiencia energética, y Operaciones básicas de montaje y mantenimiento de instalaciones solares fotovoltaicas, en los que han participado 100 personas de todo el territorio nacional, aunque esta vez, por exigencia de las circunstancias sanitarias, con un desarrollo íntegramente virtual.

«Hemos tenido que adaptar una formación muy práctica al nuevo formato, lo que ha requerido de más esfuerzos y recursos», pero el resultado bien lo merecía. Entre un 8 y un 10% de los inscritos ya trabajan, con un doble aliciente, ganarse la vida y formar parte de un sector en alza que aprovecha los recursos naturales sin esquilmarlos.