El poblado ibero del Puig continúa desvelando sorpresas y en la última campaña han sacado a la luz inhumaciones de recién nacidos que, en principio, fueron utilizados para hacer rituales en el siglo VI a.C. También encontraron dos collares de bronce en «muy buen estado» de conservación, conchas en la arquitectura, símbolo de fecundidad, así como piezas cerámicas de esa época.

El jefe del servicio de arqueología de la Diputación, Arturo Oliver, fue el encargado de detallar los descubrimientos, junto a la concejala de Cultura, Anna Fibla, tras las excavaciones llevadas a cabo entre el 1 y el 20 de julio. Asimismo, avanzaron que la definitiva puesta en valor del histórico recinto, en el que llevan trabajando siete años de forma ininterrumpida, podría estar lista en unos cuatro años. «Si seguimos con esta dinámica, en este tiempo sería factible», dijo Oliver.

Las últimas intervenciones se focalizaron en las dependencias datadas en el siglo VI a.C. y en una pequeña estancia donde encontraron restos más antiguos.

Por otro lado, el especialista afirmó que deberán reforzar el yacimiento antes del próximo verano para evitar derrumbes.