Los habitantes de Peñíscola ya se encuentran plenamente inmersos en los momentos más destacados de sus fiestas de Sant Antoni. El fuego purificador, con el encendido de la hoguera preparada junto a la plaza de la Constitución, fue el eje central de la jornada de ayer. Mayorales, autoridades y cargos festivos prendieron la leña dispuesta con anterioridad, así como el árbol que justo la semana anterior se trasladó por las principales calles.

Unos viales que, precisamente ayer, fueron recorridos por los caballos y carros, que desde las 18.30 horas se concentraron en la plaza San Isidro, y que animaron la celebración. La noche concluyó con la tradicional torrà frente a la fachada del edificio sociocultural, con el reparto de carne con una vertiente solidaria, a beneficio de la Cruz Roja local.

Un baile popular cerró la programación, que se retoma esta mañana con la misa en la parroquia de Santa María, la bendición, el reparto de cintas y rotllets, y la rifa preparada por el colectivo organizador. Tras una comida de hermandad se decidirá el nombre del sucesor de Jaime Roca como Majoral de l’Any.