Los agricultores de Benicarló estamos sufriendo la peor crisis de los últimos 40 años”. Así de taxativo se manifiesta el presidente de la Asociación Local de Agricultores (ALA), Eduardo Arín, al referirse a la “desastrosa” situación que está atravesando el sector agrícola debido a las altas temperaturas que se registran en este invierno.

“Aunque todavía no se han calculado las pérdidas, estimo que dejaremos de ingresar entre dos y tres millones de euros, y ello acarrea graves dificultades para la supervivencia del sector”, apunta. “Este ejercicio estamos pasando un invierno con una climatología anómala para estas fechas. En pleno febrero hace un calor propio de meses estivales y el buen tiempo ha provocado una superproducción en la huerta que los mercados no pueden asumir de ninguna forma, lo que conlleva la caída de los precios y se vende incluso por debajo de los costes de producción”, asevera.

Tanto es así que los labradores temen que la crisis en la huerta benicarlanda sea irreversible. “Los cultivos de brócoli, escarola, lechuga o col se están arrancando porque se ha llegado a un punto que vale más la pena labrar el terreno que seguir perdiendo dinero”. Y es que, aunque es un problema que afecta a toda España, en Benicarló resulta especialmente preocupante ya que el cultivo de verduras y hortalizas tiene un importante peso específico en la economía del municipio.

Así las cosas, Arín aprovecha para reclamar “a las administraciones superiores que sean sensibles y conscientes de la magnitud de este contratiempo”, y les insta “a buscar soluciones y aplicar medidas expeditivas y correctoras”.

“Actualmente, estamos trabajando con precios de hace 15 años, por lo que necesitamos urgentemente que se tomen cartas en el asunto, retirando productos con precios más acordes, porque una caída del mercado lo único que trae es miseria”, asevera.

Por su parte, el gerente de la cooperativa agrícola Benihort, Guillermo Edo, avala las declaraciones de Arín, “que parecen catastrofistas, pero son realistas”.

De hecho, la desastrosa campaña ha hecho que los productores de Benicarló se planteen dar un nuevo enfoque a la agricultura local. Así, Arín apuesta por acometer una reconversión paulatina del campo. “Los agricultores somos conscientes de que es necesario un cambio radical porque intuímos que la tendencia a inviernos calurosos continuará y nos vemos abocados a introducir nuevos cultivos acordes a esa climatológia, pero aun no tenemos claro qué hacer y más cuando para ello se requiere un capital que no tenemos”, concluye. H