Los trabajos en el colegio Regina Violant de Almassora se encuentran en la fase de impermeabilización de las cubiertas, elemento previo a las labores de albañilería, finalización de estructura e instalaciones. Así lo comprobaron en la mañana de ayer la alcaldesa, Merche Galí; y la concejala de Educación, Raquel Barberá, junto a los responsables de la obra y los técnicos municipales.

La reforma avanza a buen ritmo, según el cronograma previsto, y los próximos días será la primera certificación para que la Conselleria de Educación liquide la parte correspondiente a los trabajos ejecutados. En este sentido, Galí recorrió las zonas transitables para conocer in situ la distribución de los departamentos, aulas y espacios comunes por los que transitará la comunidad educativa en menos de 14 meses.

En la actualidad, desarrollan el cubrimiento del techo para evitar las filtraciones de agua una vez terminado el edificio, así como el aislante térmico y acústico del suelo de la planta baja. Alrededor de una veintena de operarios están distribuidos entre las diferentes partes del recinto para avanzar las intervenciones siguiendo el calendario consensuado con los técnicos municipales.

La mercantil Añil Servicios, Ingeniería y Obras tiene un plazo de 15 meses desde que comenzó a trabajar para finalizar la remodelación. Tal como corroboraron Galí y Barberá, grandes ventanales en las aulas y los accesos por escaleras y amplios pasillos servirán para dar luz natural a una estructura de grandes dimensiones que alojará a cerca de 600 estudiantes el próximo año.

El centro proyectado en el solar que antaño ocupó el campo de fútbol la Garrofera contará con tres líneas educativas formadas por nueve unidades de Infantil, 18 de Primaria y un comedor escolar, sobre una superficie construida de 7.127 metros cuadrados. Todo ello está recogido en el diseño elaborado por los técnicos municipales, que ayer visitaron la obra del recinto educativo.

SEDE DEPORTIVA // Junto a ellos, la concejala del área se interesó por la próxima intervención en el pabellón deportivo para que pueda ser utilizado por los clubs locales a la mayor brevedad. La compañía sigue la tramitación oportuna para adecuar este espacio tan pronto como cuente con todas las autorizaciones pertinentes.

La finalización del colegio, tras el abandono de obra que realizó la anterior adjudicataria, Torrescámara, llevó a la Conselleria de Educación a sacar de nuevo a concurso el tramo restante por un presupuesto base de licitación de 5.762.672,84 euros, paso en el que Añil Servicios se impuso a sus competidoras en el proceso administrativo y se le adjudicó por 5,3 millones.

Su oferta superó a las ocho firmas restantes que presentaron plicas: Acciona Construcción SA, Civicons Construcciones Públicas SL, UTE Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas SA (CLEOP), Ecsa Obra Pública y Civil SL, Edifesa Obras y Proyectos SA, Gimecons Construcciones y Contratas, Obrascon Huarte Lain SA y Proyme Ingeniería y Construcción SL. Dos de ellas incurrieron en una baja temeraria.