La localidad de l’Alcora arrancó ayer las celebraciones anuales en honor al Cristo. El acto más emblemático fue el celebrado en el auditorio de la Caixa Rural, con la imposición de bandas a la nueva reina, Maria Hirniak Pitarch, y su corte de honor, formada por Nuria González Ramos, Berta Albalat Serrano, Andrea Maeso Bartoll, Teresa Vera Bordonau, e Irene Benlliure Falcó.

El acto también contó con la presencia de la reina saliente, Neus Bartoll, y sus damas, así como de autoridades y numeroso público, que llenó el Auditorio y disfrutó de un acto presentado por Arianne Olucha y Carlos Esteban, que también serán los encargados de presentar la proclamación del viernes 25 de agosto, que será el próximo acto dedicado a las festeras cumplimentados dicho día por la cena-baile de gala.

Se aprovechó este primer acto también para homenajear a título póstumo a Ángel Baldayo que, desde que en 1981 fue el encargado de dirigir el monumental castillo de fuegos del Día del Cristo, su nombre ha estado ligado al de las fiestas alcorinas como el coeter de las celebraciones. El alcalde, Samuel Falomir, que entregó el detalle a la familia, destacó que «se trata de un justo y merecido tributo, tanto por su trayectoria pirotécnica como por su implicación en nuestras fiestas».

Tras la imposición de bandas tuvo lugar el Pregó desde el balcón de ayuntamiento a cargo de Adrià Muñoz. El evento se aprovechó para rendir homenaje a la Sociedad Ornitológica l’Alcorense, en el que su presidente, Jesús Fernández, fue el encargado de recoger el premio. Posteriormente, llegó la esperada exposición AlcoRa, la ilustre cerámica, en los bajos del Edificio Astoria, en la calle José Mascarós, que se prolongará hasta el 3 de septiembre.

TRADICIÓN // La nueva empresa AlcoRa, la Ilustre Cerámica, nacida el año pasado, presentó una muestra antológica con obras dignas del apelativo Alcora, con el objetivo de volver a llevar el nombre del municipio a la cumbre de la cerámica artística. Su producción, basada en las mejores piezas elaboradas en la manufactura de la Real Fábrica del Conde de Aranda, aporta nuevos diseños que pronto se convertirán en objeto de deseo de coleccionistas y amantes del mundo del arte.

Por otra parte, los autos locos pusieron la parte divertida a la jornada. Numerosos peñistas participaron en este peculiar evento, con peculiares bólidos, que llenó de humor y alegría las calles del municipio. Además, se relizaron diversas pruebas deportivas dentro de los festejos.