La Asociación Vitivinícola de Castellón, entidad gestora de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de los vinos de la provincia, mostró ayer su indignación por la licitación del Mesón del Vino de la Magdalena 2019 y aseguró que «nos rebelamos contra la desidia» del Ayuntamiento de Castellón y su «visión mercantilista».

Para reforzar su posición, los impulsores de esta «revuelta del interior» han recogido firmas de representantes públicos de todo el espectro político, así como dirigentes de diversas entidades.

Entre las adhesiones más destacadas están la del diputado provincial de Desarrollo Rural, Pablo Roig (PP), el senador Carles Mulet (Compromís), o incluso el edil que forma parte del Pacte del Grau, Xavier del Senyor (Castelló en Moviment). Son solo tres ejemplos que demuestran la transversalidad de la campaña. No faltan alcaldes de localidades relacionadas con la IGP, como el de Benlloc, Viver, Cabanes o Llucena, así como técnicos del Consell, profesores de universidad, responsables de cooperativas o el secretario general de la Unió, Carles Peris, hasta llegar a los 42 apoyos a la carta que adjunta Mediterráneo.

PROCESO // La polémica, según explican desde la agrupación, «ha surgido una vez más en el proceso para adjudicar el Mesón del Vino por parte de la Concejalía de Fiestas --que dirige el edil Omar Braina (PSPV)-- porque los vinateros de Castellón entienden que el precio de salida es elevadísimo y el emplazamiento, a las afueras de la ciudad, quita visibilidad, factores que hacen inviable la participación en la licitación».

Respecto a la situación del procedimiento, recordaron que la primera subasta quedó desierta y la siguiente «modifica las condiciones y rebaja la exigencia de vinos de Castellón del 70% al 50%, alegando que eso dificultaba la presentación de ofertas. Es una postura mercantilista que no valora el esfuerzo de los productores para recuperar el Mesón con un modelo de respeto, buen beber, calidad y responsabilidad».

Desde la IGP defienden que la iniciativa debe ser «escaparate de los vinos de Castellón y punto de proyección masiva» y muestran su «sorpresa» por los «obstáculos» que impone el consistorio.