Un total de 105 personas participaron en los cursos de formación incluidos en los itinerarios de inserción laboral que acaban de concluir en Benicarló. De ellas, 52 diseñaron rutas de búsqueda de empleo adaptado a sus necesidades, junto a técnicos del programa.

Informática, prevención de riesgos profesionales y motivación ante la búsqueda de trabajo centraron el desarrollo de los cursillos, al ser «tres de las temáticas más demandadas por el mercado», afirman desde la organización.

La edila de Bienestar Social, Marta Escudero, califica de «muy positiva» esta iniciativa. «Somos conscientes de que tener un trabajo es la mejor manera de normalizar la situación de las personas vulnerables o en riesgo de exclusión social porque les asegura ingresos y una autonomía personal y familiar», afirma.

Escudero señala: «En estos itinerarios dedicamos mayor atención a dos grupos de población especialmente vulnerables, como son las mujeres inmigrantes, un colectivo que sufre una doble discriminación para acceder al mercado laboral (ser mujer y ser extranjera); y en los mayores, que tienen mayores dificultades para encontrar trabajo».