La dirección del colegio Jaume I de Vinaròs ha denunciado el total deterioro que sufren las instalaciones del centro educativo tras cerca de una década en barracones. “Nueve años trabajando dentro de unas clases prefabricadas es demasiado tiempo”, señalan y recuerdan que, “al principio, las aulas y las infraestructuras parecían suficientes para atender a unos niños que no cabían en los demás colegios, hasta que se construyera un nuevo centro donde los alumnos contaran con unas instalaciones dignas para ser educados, como el resto de los menores del país”, resaltan.

Desde la dirección reiteran que “ya han pasado nueve años y, aunque a los escolares no les falta una buena educación, el colegio está muy deteriorado y las condiciones para desarrollarla dejan mucho que desear, pues, como bien se lee en un cartel de la entrada, estas aulas son provisionales y eso no significa tanto tiempo”. Los responsables del centro indican que el deterioro que denuncian afecta a buena parte de las instalaciones. “Las puertas se oxidan, los lavabos se embozan cada dos por tres, los pasillos siguen al aire libre y recibimos visitas inesperadas de algún que otro animal que se cuela por debajo de los barracones”, aseguran.

Las aulas prefabricadas se pusieron en marcha el 1 de septiembre del 2007. La dirección territorial de Educación dio luz verde el 11 de febrero del 2015 a la modificación del PGOU que calificaba de educativos los terrenos del antiguo campo de fútbol del Cervol. Actualmente, se está a la espera de la licitación de las obras y la construcción del colegio. H