El Museo de la Cerámica de l’Alcora invita, hasta el 29 de abril, a reflexionar sobre el potencial de la próxima recuperación de la Real Fábrica. Lo hace a través de una exposición comisariada por la joven arquitecta local Anna Mallol, que con el título de Repensem la Reial Fàbrica sugiere los posibles usos de las instalaciones, a partir de las ideas desgranadas de su proyecto final de carrera.

En palabras de Mallol, «este conjunto, silenciado durante décadas, debe ser ahora la voz que cuente nuestro recorrido y, también, nuestro futuro», aludiendo a sus señas de identidad, estrechamente ligadas con el patrimonio, la cultura, la industria cerámica y la historia de la ciudad.

La muestra coincide con un momento clave para el edificio, ya que en breve comenzará la licitación de la primera fase de las obras, que afectarán a la nave de los hornos morunos, del periodo entre 1798 y 1805; e incluirán el cambio de cubierta con la sustitución del fibrocemento actual por otros materiales más apropiados. Esta obra cuenta con la financiación de fondos europeos Feder, la Conselleria de Cultura y la Diputación. El plazo de ejecución finalizará en noviembre de 2019.

Por otra parte, el consistorio ha iniciado la tramitación para redactar el plan director, documento que trazará su futuro, con el horizonte del 2027, tercer centenario de la fábrica de los condes de Aranda. La apertura de la exposición, que contó con la asistencia de autoridades, representantes de asociaciones y entidades locales, supone la apertura del debate sobre el aprovechamiento de esta joya histórica.