El Ayuntamiento de l’Alcora emitió ayer un bando en el que alertaba a los propietarios de mascotas de la posibilidad de que se estuviera produciendo un envenenamiento de animales. La alerta surgió tras la aparición de «un número considerable de gatos callejeros muertos en la zona del parque de las Hermanas Ferrer Bou». El consistorio informó de la sospecha de que alguien estuviera introduciendo veneno en la comida de los felinos.

El alcalde Samuel Falomir explicó que «si hay algún vecino que esté molesto por las colonias de gatos, que no se tome la ley por su mano, que lo comunique al consistorio e intentarán ver cómo solucionarlo, sobre todo, porque el veneno podría afectar a algún niño que este jugando en la zona, o a algún perro cuando es paseado por su dueño». «Es por ello por lo que hemos avisado y recordado las sanciones en este tipo de casos», añade Falomir. La ordenanza municipal recoge como falta muy grave el suministro de sustancias que ocasionen sufrimiento a los animales con multas de hasta 18.000 euros. H