L’Alcora rindió homenaje a título póstumo a su vecino Conrado Sancho y lo hizo con la dedicación de una calle para que quedara plasmada para siempre su entrega y defensa de l’Albà del municipio.

De esta manera, la localidad recordó a Sancho, quien salvó en su día la tradición folclórica más emblemática de la villa.

La historia de este alcorino se remonta años atrás cuando ante el peligro de la posible desaparición de la tradicional Albà, tomó cartas en el asunto. Sin prestar atención ni a las horas ni a los días, su obsesión y objetivo se centró en recuperar y potenciar al máximo esta práctica.

Para ello, creó un grupo de incondicionales que junto a él formaron la Asociacion Prodefensa de l’Albà de l’Alcora y el Concurso de Albades a la Virgen María con el premio de Albader d’Honor. De esta manera, lograron consolidar su recuperación tanto en número de autores de esta disciplina como de cantadores y de músicos.

Por ello, el pleno aprobó por unanimidad el procedimiento de dedicarle una calle en el parque Hermanas Ferrer Bou. A pesar de que el mal tiempo obligó a celebrar la ceremonia de homenaje en el salón de actos del Ayuntamiento, la emoción estuvo presente durante toda la jornada.

Especialmente, cuando se honró a Sancho con una Albà escrita y dedicada por Vicente Benlliure Falcó, y que fue interpretada por la Rondalla de l’Albà, que dirige David Puchol Querol, y cantada por Cristóbal Carnicer.

Además, las imágenes completaron el acto. De esta forma, se proyectaron fotos que recordaban la afición de Conrado Sancho por la música de cuerda.

El montaje fue a cargo de Ricardo Gallén y Filiberto Bachero y contó con comentarios del Cronista Oficial de l’Alcora José Manuel Puchol. El municipio homenajeaba así a una las figuras que más luchó por mantener viva una de sus tradiciones.