L’Associació de Llauradors de Nules se ha propuesto aportar soluciones a uno de los problemas que más lastran el trabajo de los citricultores: conseguir un precio justo para la fruta. Para ello, han creado una agrupación de ventas, que ayer presentaron a los asistentes a la reunión convocada para explicar su funcionamiento.

Unas 60 personas acudieron a la cita, donde se defendió que «agrupar el máximo de kilos posible puede permitirnos controlar y disponer de fuerza de negociación», como apuntó uno de los representantes de la entidad.

El precio mínimo de venta será establecido por el propietario y la comisión que gestionará la asociación velando, entre otras cuestiones, por el cumplimiento de algunos requisitos obligatorios, como que el negocio siempre se realice con factura, añadiendo el IVA al valor acordado o implantar un contrato oficial «con las mejores condiciones para el productor». Además, se requerirá siempre un anticipo.

Otro aspecto relevante es que se negociará la fórmula de abono «más ventajosa y segura para el agricultor», ya sea de forma avalada, con un confirming, o protegida por un seguro. Estos dos últimos casos supondrían un coste adicional sobre la operación.

Tras el encuentro, se detectó que «la gente tiene tanto interés como dudas». De ahí que exista la previsión de que este año habrá más personas a la expectativa. «Por eso, a los que se sumen les ayudaremos y a los que prefieran esperar, les orientaremos para que la asociación sea más fuerte», indicaron desde la misma.