Los monumentos de la Vall d’Uixó ya lucen en la calle, pendientes de que, durante la mañana, el jurado de la Junta Central Fallera (JCF) delibere y decida cuáles son las mejores fallas de la ciudad del 2018.

A la espera de uno de los momentos culminantes de los próximos días, las diferentes comisiones continuaron ayer con sus respectivas programaciones, en las que este ejercicio han podido incluir un taller sobre pirotecnia, impartido por los voluntarios de Protección Civil de la Vall.

Pepe Navarro, jefe de la agrupación local, explica la iniciativa: «Desde hace un lustro realizábamos unas charlas en los colegios sobre materiales pirotécnicos, pero este año planteamos al Ayuntamiento cambiar y dirigirnos directamente a las entidades».

Las que pudieron cuadrar esta charla entre sus actividades habituales tuvieron la oportunidad de conocer algunos detalles importantes sobre la legislación vigente en cuanto a la manipulación de pirotecnia.

CONCIENCIACIÓN DE ADULTOS / Para Navarro, la parte más interesante de esta edición ha sido dirigirse tanto a los niños como a los padres. A los adultos no solo se les dieron los mismos consejos de manipulación que a los menores, además, se les hizo especial incidencia «sobre cómo está la norma al respecto y que si realizan un uso indebido les puede costar una sanción de entre 300 y 400 euros». Por si la advertencia pecuniaria no fuera todavía suficiente, les ponen algunos ejemplos «de accidentes que pueden parecer crudos, pero son reales, y la gente se lo piensa un poco».

Junto a Protección Civil acudió a las charlas Vicent Galdón, un trabajador de Pirotecnia Hermanos Gaballer, de Almenara.

Entre las clases más multitudinarias estuvo la de la falla Sudoest, con casi 300 asistentes. En otros casos empezaron «solo con la directiva, pero poco a poco fue uniéndose gente y fue muy interesante», concluyó Navarro.