El programa de actuación integrada (PAI) Golf Sant Gregori de Burriana suma un hito más en su larga y enquistada tramitación que acerca un poco más a que el proyecto se haga por fin realidad. La aprobación del plan modificado es inminente, ya que han dado por finalizada la revisión y, presumiblemente, la alcaldesa, Maria Josep Safont, firmará este jueves el decreto que permitirá la licitación de las obras en una o dos semanas, tal y como avanzan fuentes de la urbanizadora Golf Sant Gregori al periódico Mediterráneo.

El Ayuntamiento ha recibido todos los documentos necesarios para poder dar el visto bueno al paso previo cara a adjudicar la construcción, pero debido a algunas cuestiones burocráticas, que es preciso revisar, la ratificación oficial se ha retrasado varios días. La empresa Autem fue la encargada de ajustar el planeamiento a la normativa en materia de suministros de servicios esenciales.

Desde la compañía promotora de la iniciativa urbanística afirman que están a la espera de que Safont confirme la tramitación y añaden que una vez se lo comuniquen, procederán «a ofertar los trabajos en, como mucho, quince días», puntualizan.

Juan Lozano, responsable de Golf Sant Gregori, explica que necesitan disponer de ese documento para acabar de redactar los pliegos: «Lo tenemos todo preparado y, en cuanto conozcamos los detalles del informe para ajustarnos al máximo a la legislación, lo incorporaremos a las condiciones de los pliegos y lo publicaremos».

El camino hacia esta confirmación administrativa «ha sido duro», según remarca Lozano, «por los numerosos obstáculos» que han encontrado «por parte de los técnicos municipales», aunque destaca que, no obstante, están «contentos y satisfechos por el apoyo recibido del equipo de gobierno, especialmente de la primera edila y del concejal de Urbanismo, Bruno Arnandis», subraya. «Pero nuestra voluntad ha sido siempre avanzar con la máxima seguridad jurídica, porque entendemos que es una gran inversión para la ciudad», argumenta.

Por otra parte, el derribo de las construcciones diseminadas por el PAI no ha cesado. Continúan las viviendas habitadas por okupas, una cuestión que, según afirma la urbanizadora, no les preocupa, porque una vez licitado el proyecto pasará a ser una zona en obras, «pero hay que mediar para encontrar una solución».