El área de Medio Ambiente de Peñíscola inicia las labores de limpieza de puntos de la zona húmeda, como el Ullal de l’Estany y las principales acequias. La tareas se desarrollan de manera periódica para controlar la presencia de cañas y vegetación y evitar con ello problemas de atascos en el caso de que se produzcan periodos de lluvias intensas.

El edil de este departamento, Alfonso López, destaca que estas acciones «se hacen en el mes de febrero, ya que la normativa de la Conselleria impide realizarlas en el periodo que va de marzo a julio. Por esta razón, acotan los cañares de superficie y actúan en los laterales». Los impedimentos se deben a la preservación de las aves que anidan durante este periodo. Una vez pase la primavera, a partir del 1 de agosto, será cuando la embarcación del consistorio pueda volver a desarrollar estos trabajos. «Otro de los momentos en los que se hace es en octubre», como añade el responsable del departamento.

El coste de este mantenimiento ronda los 5.000 euros cada mes, según detalla el concejal peñiscolano. Por otro lado, en varios puntos del Ullal hay colocadas una serie de rejillas que recogen la materia vegetal que se desplaza por el agua, para proceder a su retirada de forma periódica.

Las partes en las que trabajan durante estas semanas forman parte de la Marjal, un humedal que se extiende entre un margen de la avenida Pigmalión y las edificaciones construidas en un tramo de la primera línea de costa.