Freno al éxodo rumbo a segundas residencias. Los municipios del litoral de la provincia se blindan estos días para evitar la llegada de turistas de otras comunidades. Para ello, a pesar de la obligación del confinamiento, policías locales y Guardia Civil intensifican los controles en los accesos de las localidades más turísticas. No en vano, hay que tener en cuenta que, en condiciones normales, un día como este viernes hubiera significado un aluvión de movimientos hacia la playa, principalmente de vecinos de Madrid, Cataluña o Aragón, regiones en las que ya han empezado las vacaciones por Semana Santa.
Así, ese refuerzo en las labores policiales para vigilar bien de cerca la entrada de los municipios fue el denominador común en las zonas costeras. Es el caso de Orpesa, donde los efectivos redoblaron esfuerzos para supervisar todo tráfico sin motivo de peso. «No están permitidos los desplazamientos sin causa justificada, por lo que reforzaremos este tipo de dispositivos para garantizar la seguridad de los vecinos», explica la alcaldesa, María Jiménez.
Blindaje similar realizan en Alcalà de Xivert, localidad en la que, para tener mejor peinado el terreno y limitar los viales de acceso, cerraron ayer las carreteras secundarias para llegar al núcleo de Alcossebre por la Serra d’Irta y Capicorb. Además, recuerdan que hay cámaras de vigilancia conectadas a la central de la Policía Local. «No podemos permitir que la irresponsabilidad de algunos ponga en peligro al resto», apunta el alcalde, Francisco Juan.
Las entradas de Torreblanca y Peñíscola también experimentaron ayer un despliegue policial más copioso de lo habitual y, en Benicarló, los agentes contarán este fin de semana con el apoyo de 37 militares del Ejército.
No solo de otras regiones
No obstante, en muchos casos la amenaza no solo procede de personas de otras comunidades, sino de vecinos de poblaciones cercanas. Es el caso frecuente de Benicàssim, donde, más allá de recibir a madrileños, la Policía Local y la Guardia Civil intensifican los controles también para evitar desplazamientos de residentes de Castelló a sus apartamentos de fin de semana o verano.
