Se nos fue por una senda clara, diciéndonos: Hacedme un duelo de labores y esperanzas. El verso, del poema que Antonio Machado dedicó al maestro Francisco Giner de los Ríos, forma parte del legado que el vinarocense Francisco Ulldemolins dejó a sus alumnos del instituto Ifac de Calp. Si muero, dejad el balcón abierto. Así empieza el poema Despedida, de García Lorca, el genio que Ulldemolins descubrió a cientos de jóvenes.

Francisco falleció de repente el pasado 29 de noviembre. Tenía 51 años. Llevaba 14 en el IES alicantino. Era de Vinaròs. Había dado clases de español a extranjeros en Barcelona y luego fue profesor de Secundaria y Bachillerato en su municipio, en Sagunt, Pego y Alicante.

Sus alumnos y compañeros no pudieron despedirse. Lo hicieron en un homenaje de llanto y de esperanza a un docente eterno, que les abrió de par en par el balcón del amor a la enseñanza y a la literatura.

«Era el maestro por excelencia, un referente. Se desvivía por cada uno de nosotros», dijo una estudiante. Desde la AMPA del centro, Pepe Ivars pidió que el nuevo IES de Calp se llame Francisco Ulldemolins.