La gastronomía, la artesanía, la música y las costumbres coparon el programa festivo del día de ayer en Llucena, pese a que el tiempo no fue el mejor aliado. La II Fira de la Tardor no se suspendió, pero el frío y las bajas temperaturas deslucieron una convocatoria que en un principio contaba con unos 60 puestos y en la que al final tan solo participaron poco más de una veintena.

No hubo inauguración oficial por las fuertes rachas de viento, aunque se abrió de forma peculiar el mesón del vino, con la presencia de la reina y sus damas de la corte de honor, así como la del alcalde del municipio, David Monferrer. El evento cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento y de la Diputación de Castellón. Un taller de tiro con arco en el campo de fútbol, un concierto de campanas a cargo de integrantes de la Unió Musical Llucenenca, o un taller de forja fueron los actos matinales.

Por la tarde, hubo una visita guiada a los puntos de interés del casco urbano, entre ellos, la iglesia, el museo parroquial, el centro de interpretación de la ruta de los molinos, los lavaderos, el centro cultural y el museo de las muñecas. El folclore fue protagonista de la tarde, con la actuación de La Perla de la Muntanya y la ronda Vila de Llucena. La jornada acabó con una disco móvil.

Hoy se desarrolla una muestra de vehículos clásicos en la plaza Canalejas y calle Duque Tetuán, y se repetirá la visita guiada. También habrá juegos tradicionales y un parque tecnológico.

El primer edil manifestó el pesar «por las condiciones del tiempo, que no nos acompañan y que han hecho que muchos de los vendedores no hayan venido a montar sus paradas tal y como estaba previsto». Aún así «ha sido una muy buena oportunidad para que nuestra gente que vive fuera regrese hasta Llucena para compartir con los suyos una celebración donde nos damos a conocer en todos los sentidos».