El dispositivo especial habilitado para encontrar a la vaca que escapó del recinto taurino de Burriana ha dado sus frutos 11 días después de producirse el suceso, con la localización de la res en un campo de naranjos.

Y es que Burriana reforzó ayer el dispositivo de búsqueda del animal que se escapó el pasado 3 de septiembre, durante las fiestas de la Misericòrdia, tras localizar posibles huellas del animal en el camí Marjalet, próximo a la zona de Santa Bárbara. Miembros de la Guardería Rural y de la Policía Local encontraron en una parcela de la zona marítima rural diversos indicios, como huellas que podrían corresponder al ejemplar por el tamaño y la forma. Además, según informó el Ayuntamiento en un comunicado, hallaron un punto en el que analizaron si el rastro dejado corresponde al astado en búsqueda, ya que incluso podría haber pernoctado durante diversas jornadas en este mismo lugar.

Por ello, el operativo policial, que desde el martes cuenta con la colaboración de Protección Civil y el Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón, como ya hizo en la localización y carga de la primera de las dos reses huidas, situó un manso en la parcela en la que se observaron las huellas para tratar de atraerla. Además, ya por la tarde, se incorporó un dron a las tareas. Se trata del artilugio de un voluntario que cuenta con todos los permisos necesarios y que esta mañana seguirá rastreando el terreno, informaron fuentes del consorcio.

Precisamente, el caso de la vaca, 11 días después de que saliera del recinto taurino en las fiestas de la Misericòrdia, centró ayer una parte del balance de las celebraciones patronales que hicieron la edila del área, Llüisa Monferrer; y el concejal de Seguridad, Javier Gual, junto a responsables de la Policía Local. Así, si bien Monferrer calificó de «fortuitos e imprevisibles» los hechos, aseguró que cara a próximos festejos, «mejoraremos los protocolos de seguridad para evitar que vuelva a suceder». La edila también se disculpó porque el día de los hechos se ofreció «información precipitada y sin contrastar», pues dijeron que una de las vacas había sido capturada y no fue así.

Por su parte, Gual, quien junto a Monferrer destacó el descenso de las quejas por molestias de casales y resaltó la ausencia de heridos por asta de toro, «que es lo que de verdad importa» y tildó de «mera anécdota» que se escapara la vaca. «No es el primer pueblo donde sucede algo así», apuntó e incidió en que, además, «normalmente, se trata de unos animales que no suponen una grave amenaza» para las personas.