Iván Sánchez, vecino de Sant Jordi, es el nuevo delegado provincial de la Federación Autonómica de Caza y vicepresidente autonómico. Cuenta, además, con un impresionante currículo, pues es licenciado en Ciencias Biológicas, tiene un máster en biodiversidad y biología evolutiva, es anillador del Ministerio de Medio Ambiente y experto en implantación de sistemas de gestión medioambiental.

--¿Es consciente de que muchas personas no entenderán que un biólogo y gestor medioambiental sea también un amante de la caza?

--La sociedad se ha quedado con una idea del cazador de antaño, que a veces explotaba los recursos del medio ambiente, pero, hoy en día, la concepción de esta práctica ha de entenderse como un aprovechamiento responsable de los recursos cinegéticos y una gestión sostenible de estos. Al fin y al cabo, el cazador es una persona que gestiona el medio natural y, junto a la función que desempeñan las diferentes administraciones, contribuye a que haya una conservación del medio.

--Actualmente, en la provincia, ¿cuántos cazadores hay?

--En total rondan los 21.000, pero afiliados a la federación de caza están en torno a los 16.000.

--El planteamiento de que el cazador es un gestor del medio ambiente resulta idílico, pero, en la práctica, los más de 20.000 que hay en la provincia, ¿cree que tienen esa mentalidad?

--Una de las múltiples funciones que tiene la federación es inculcar a los afiliados la responsabilidad en esa gestión y creo que es una tarea que se está consiguiendo. De hecho, cada vez los cazadores son mucho más respetuosos con el medio ambiente.

--Ahora que ocupa un cargo de gran responsabilidad, ¿qué proyectos tiene en la mente?

--Entre los objetivos que nos hemos marcado, el primero es dar a conocer la caza como una forma de gestionar los recursos del medio natural, formando a los cazadores. Por otro lado, queremos potenciar la rama de investigación para, tal como recoge la ley de caza, administrar los recursos para preservar el medio.

--Un tema delicado. ¿Cuál es su postura sobre el parany?

--Actualmente, se considera una modalidad ilegal, pero desde Apaval y la federación se está luchando por mantener una caza ancestral y tradicional en la provincia. Ahora estamos en manos de la Conselleria y el Ministerio con el planteamiento de implantar una metodología similar a la que se lleva a cabo en Francia, que es similar al parany, pero sin muerte y con reclamo vivo, sin utilizar medios electrónicos o digitales, sino el mismo tordo para atraer a otros ejemplares. Creo que sería un paso muy importante y el cazador accedería así ante las presiones de la sociedad actual.

--Ya no desde el cargo que desempeña, sino como cazador, ¿tiene la sensación de que este colectivo está perseguido?

--Sí que es cierto que, aunque somos un colectivo muy numeroso, estamos un poco mal vistos, pero creo que en esto también tienen parte de culpa los propios cazadores o las federaciones por no dar a conocer todo lo que estamos haciendo. Desde las administraciones ahora tenemos todo el apoyo. De hecho, desde Conselleria y Diputación nos están ayudando a modificar las leyes de caza para que se adapten al escenario actual. Han revisado una legislación de 1970 y la han actualizado para que vaya exclusivamente enfocada a la conservación de los recursos cinegéticos que, a la vez, supone, una gestión global del medio natural.

--¿Cuáles son las principales reivindicaciones del grupo?

--Si hablamos a nivel de caza cinegética, dejando a un lado la competición, nos gustaría que las administraciones se volcarán más con la federación para intentar dar solución a todos los problemas que están surgiendo, como es el tema del conejo, que en unas zonas hay plagas y en otras se mueren por enfermedades, o la siniestralidad de accidentes de tráfico provocados por jabalíes.

--A nivel de competición, ¿considera que esta práctica recibe el mismo tratamiento que otro tipo de deportes?

--No, ni de lejos. Solo en la provincia de Castellón tenemos campeones del mundo, nacionales y autonómicos de distintas modalidades y es otro tema que la gente desconoce. Mucha culpa la tienen los medios de comunicación, pues no se da importancia a que un cazador dedique un año a la preparación de unos perros y a entrenarse, que llegue a ser campeón del mundo y que luego no se le otorgue la difusión y reconocimiento que su gesta merece. Así pues, este es otro de los aspectos que queremos promocionar.

--¿La coyuntura económica en la que nos encontramos ha afectado al sector de la caza?

--Uno de los problemas que se nos ha presentado ahora viene precisamente ocasionado por la crisis, ya que muchos cazadores intentan abaratar costes para poder seguir practicando su afición. La ley del deporte obliga a tener un seguro que cubra los daños a terceros y los propios y algunas compañías están ofreciendo seguros más baratos que el de la federación pero no informan de que no cubre los daños propios.

--El uso de armas es un aspecto muy cuestionado por la sociedad, ¿los cazadores están realmente capacitados?

--Sí lo están, ya que está muy regulado. De hecho, se hacen revisiones médicas y test psicológicos. Además, cualquier acusación penal implica la no renovación de la licencia. H