Hace unos días, el mundo del toro celebró la festividad de San Pedro Regalado, patrón de aquellos que se juegan la vida delante de un toro. Un cargo ganado por méritos propios. Y es que, según cuenta la leyenda, el fraile franciscano evitó la embestida de un astado escapado al mandarle que se postrase tras implorar al cielo. También la leyenda rodea a Santa Quitèria, la patrona de Almassora en cuyo honor se celebra la intensa semana taurina local.

Un Arucci, ganadería cuyo nombre recuerda a la ciudad fundada en tiempos de Augusto, fue el primero en salir a la Picaora, haciendo caso omiso al recortador que le esperaba. Atentos a los movimientos del toro y rodadors estuvieron sus patrocinadores Numereu-vos, Caldera, Les Dos, Flota-fil, Siret, Gin-Tónic, Declive y Jerga desde sus propios cadafals en forma de tendido.

Los de la peña El K-nut se encomendaron al cielo antes de que el ejemplar de Hermanos Torres Gallego hiciera aparición desde los corrales de Ca la Vila, donde lo citó Abel Giménez. Hijuelo, financiado también por Desfase, Kripta y Posada, fue seguido muy de cerca por sus padrinos.

Concluyó la tarde con un astado de Las Monjas, número 29, elegido en el campo por los componentes de la peña El Comboi. Andador se dejó ver por el recinto taurino consciente de que por la noche no iba a ser embolado.

astado CON HISTORIA // A pesar del kit-kat taurino con motivo del día de Santa Quitèria, ningún aficionado se había olvidado ayer del Cuvillo nº 227 exhibido el martes por la peña El Trasto. Su encuentro sobre la arena con el novillero Jonathan Blázquez Varea se ha extendido por la red con tanta fuerza como sus condiciones, situándolo como uno de los mejores que se han visto por el momento en la Comunitat. H