Morella registró en la jornada de ayer una tormenta acompañada de fuerte viento, sobre las 15.00 horas, que tumbó árboles y causó diversas incidencias. En el casco urbano, en el observatorio del meteorólogo Juan Amela, en la calle Blasco de Alagón, que está resguardado por el castillo, se alcanzaron rachas de cerca de 70 kilómetros por hora. Un registro considerado anormal en esta parte del municipio.

En las afueras, en el paseo de la Alameda, el inusual vendaval dañó partes de dos árboles, uno de grandes dimensiones, ocupando toda la calzada en la cuesta que da acceso a uno de los aparcamientos de la localidad y al colegio de Primaria, la piscina y el polideportivo municipal. Afortunadamente, no se produjeron daños personales en un tramo muy transitado por vehículos. Otro cayó cerca del portal del Rey, una de las entradas a la ciudad a pie.

En puntos recogidos por las murallas destacó la plaza de Sant Miquel. Allí, el viento hizo que cayeran persianas y movió un contenedor de basura que impactó con fuerza contra un coche estacionado en la zona, destrozando un cristal lateral. Christian Pascual, camarero del bar las Torres, explicó que «las rachas eran huracanadas. Empezaron de repente y se alargaron unos minutos». Lo mismo señaló el pintor José María Sorribas, que estaba trabajando en este punto de la localidad: «La fuerza fue espectacular y daba miedo cómo soplaba».

INTERVENCIONES

La Policía Local y los bomberos voluntarios tuvieron que intervenir ante las consecuencias derivadas de este fenómeno. En el barrio del Hostal Nou, un árbol se precipitó sobre unos cables de la línea telefónica, sin causar afección al servicio, según la empresa. El jefe policial de Morella, José Luis Grau, destacó que registraron «tres incidencias importantes» en las que intervinieron junto con los bomberos. El aire también tiró un cartel situado en el castillo.

La Aemet informó sobre la potencia del viento en Els Ports, aportando la cifra de 90 kilómetros por hora registrados en Vilafranca. Según la agencia de meteorología, «son rachas de corta duración asociadas a la convección, un fenómeno típico del verano, y se producen con nubes de tormenta de base alta y ambiente muy seco en capas de la troposfera». La zona norte de la provincia está hoy de nuevo en alerta amarilla por riesgo de tormentas entre las 12.00 y las 22.00 horas.