Las máquinas entraron ayer en el PAI Golf Sant Gregori de Burriana para iniciar las tareas de desbroce, previas para poder comenzar los trabajos propiamente dichos de urbanización. A las nueve de la mañana, una excavadora empezaba a limpiar parte de los terrenos y, hasta allí, para ver este hito, se desplazaron representantes de la urbanizadora y de la asociación de propietarios.

Casi dos décadas después de que el proyecto entrara por el registro del Ayuntamiento, comenzaron a sanear las parcelas que han estado abandonadas durante gran parte de este tiempo, fruto de las expectativas generadas durante varios años y la constante caída del precio de la naranja, cultivo al que se dedicaban la práctica totalidad de los 2,5 millones de metros cuadrados que abarca el proyecto urbanístico.

Desde la empresa se siguieron con gran satisfacción estos trabajos iniciales «que llegan después de tres años y medio de mucho trabajo, de mucha inversión y de coordinación con equipos muy potentes». «Con todo ello hemos conseguido poner en valor algo extraordinario de lo que no hay nada igual en toda la costa española y por eso es para estar muy orgullosos», prosiguieron.

Y es que, según explicaron, «ya ha habido interés por parte de varios grupos hoteleros importantes», por lo que piden «poder trabajar de una forma tranquila y adecuada y sabiendo que este es un proyecto a desarrollar a largo plazo, entre diez y quince años».

En concreto, ayer se comenzó a desbrozar el perímetro del PAI para deslindar las fincas y que no haya confusión entre el terreno privado y el del proyecto urbanístico. De manera paralela, se espera la aprobación por parte del consistorio del proyecto modificado que ya se presentó en el consistorio el 23 de septiembre.