El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, anuncia el pago efectivo de la deuda de 1.411.764,57 euros de Villa Elisa por parte de la Generalitat valenciana, después de que el antiguo Gobierno autonómico mantuviera bloqueado durante cerca de una década el abono al Ayuntamiento benicense.

«Desde que llegamos, estamos dando la cara y hacemos frente a las nefastas herencias de débitos culturales que nos dejaron, como este. Por ello, trabajamos para dar solución a problemas que puedan afectar a los vecinos del municipio», asegura el conseller. «Las villas son patrimonio, historia y cultura local y, de entre todas, este inmueble es un símbolo que ha pasado de ser el recordatorio de cómo se hacían antes las cosas a erigirse en una oportunidad para que el consistorio dignifique este recurso y promueva el turismo cultural», añade.

Asimismo, el máximo responsable de Cultura de la Generalitat valenciana explicita que «este caso es un ejemplo de cómo desde el Gobierno del Botánico, independientemente de colores políticos, se gestiona para las personas y no para los partidos».

Con el ingreso del importe adeudado por las obras de rehabilitación ejecutadas en el edificio modernista hace casi una década por el Consell del PP, el departamento autonómico hace factible que el consistorio disponga de más de 1,4 millones de euros para activar la oferta municipal. «Ahora, saldadas las deudas, lo que hay que hacer es promover la actividad y acercar la cultura de calidad a la gente de Benicàssim y hacer que la localidad considere este espacio como un centro de atracción de turismo cultural y patrimonial», manifiesta el dirigente autonómico.

ANTECEDENTES

En agosto del 2006 se firmó un convenio entre la empresa pública Proyecto Cultural de Castellón SA y el Ayuntamiento de Benicàssim. El documento tenía por objeto la restauración, reforma y adecuación de Villa Elisa, así como su posterior cesión a esa entidad para el uso como un centro polivalente.

En ese acuerdo, la Generalitat valenciana se comprometía a asumir el 100% de la inversión total prevista. Por su parte, el consistorio debía abonar el coste de la redacción de los proyectos y cedía la gestión del centro a Proyecto Cultural Castellón, una vez concluyeran todos los trabajos.

La ejecución de las actuaciones empezó en mayo del 2007 y se paralizó en diciembre del 2008 por la misma firma adjudicataria, por la demora en los pagos de las certificaciones. Se ejecutó casi un 80% de la obra y, según los informes, quedaron pendientes los revestimientos y las instalaciones. En junio del 2008 el anterior gobierno de la Generalitat abonó 62.936,96 euros al Ayuntamiento y dejó un deuda total de 1.411.764,57 euros, a pesar de que Proyecto Cultural Castellón, que contaba con un presupuesto de 29 millones para ese ejercicio, contemplaba entre sus objetivos presupuestarios finalizar la restauración de este recinto.

Ahora el Consell abona al consistorio el débito «con el objetivo de poner orden el caos de la antigua estructura cultural en Castellón», indican fuentes de Cultura. Asimismo, cede la gestión del inmueble al consistorio, «que es el responsable de dotar de sentido el espacio», concluye Marzà.