El confinamiento y la posterior desescalada y nueva normalidad por la pandemia del covid-19, limitada por las restricciones sanitarias, han propiciado un aumento de adeptos a la lectura en el último año, ya que ha dejado más tiempo para leer, además de para otro tipo de actividades. Una circunstancia que queda de manifiesto en el balance anual de los espacios de lectura en la Vall d’Uixó, ya que la Biblioteca Municipal María Dolores García y las agencias de lectura de la localidad gestionaron el año pasado 12.000 préstamos de libros y muchos de ellos se los llevaron a casa en el confinamiento por el covid.

Por otro lado, registraron 17.866 visitantes, más de 1.000 usuarios a través de los ordenadores y llevaron a cabo 212 actividades de animación lectora, 34 de ellas virtuales.

La concejala de Cultura, María Cruces, destaca que el papel de los trabajadores de la biblioteca y de las agencias de lectura de los barrios Toledo y Carbonaire ha sido esencial para intentar mantener la normalidad. «La situación de pandemia ha hecho que se creen nuevos adeptos a la lectura gracias a actividades como el club de lectura», argumenta Cruces.

Nueva iniciativa

La concejala presentó el proyecto Laboratori ciutadà. Biblioteca punt de trobada, en el que participan municipios de España y Latinoamérica. Esta iniciativa, como publicó el martes este rotativo, pretende que los ciudadanos planteen actividades para mejorar la ciudad.

La primera de este proyecto es Space maker: impresión 3D, una propuesta de por Sara Gil y Carlos Corredera que cuenta con la colaboración de la biblioteca y la AAVV del Carbonaire. Los jóvenes de más de 15 años pueden inscribirse hasta el 31 de enero en la biblioteca. La formación será on line y la parte práctica se realizará en abril si la evolución de la pandemia del covid-19 lo permite.