Más de 200 profesionales tratan en la Vall la innovación agrícola

La alcaldesa, Tania Baños, fue la encargada de abrir la primera jornada de un evento que sitúa a la localidad como sede europea de este tipo de proyectos. De hecho, Baños basó su discurso en «la importancia histórica del sector agrario para la ciudad, pues es uno de los pilares de nuestra economía y, pese a las dificultades que han surgido en el camino, siempre hemos sabido salir adelante gracias al espíritu emprendedor de los valleros».

Sin embargo, la munícipe aseguró que «es necesario adaptar la agricultura al siglo XXI, aplicando métodos que la hagan más eficiente tanto a nivel económico como en lo que a recursos se refiere y eso es lo que persigue el proyecto Life Ecocitric, que busca aprovechar los restos de poda para obtener productos con un valor añadido cara a introducirlos en diferentes mercados».

Baños insistió en la necesidad de «mejorar la eficiencia y cuidar el medio ambiente para aprovechar los restos de poda de los naranjos y buscar una alternativa. Sí al crecimiento económico, pero no a cualquier precio».

CULTIVOS // Por su parte, el director territorial de Agricultura, Antoni LLuís Garcia, hizo hincapié en el potencial de la transformación de los residuos agrícolas. «En el 2014, la Comunitat tenía una extensión de cítricos de 150.000 hectáreas, de las que 70.000 son de variedades de mandarina, 60.000 de naranja y 10.000 de limones, y producen 430.000 toneladas de restos de poda, a la que, hasta la fecha, le hemos dado la quema como solución», recordó.

Y añadió que, sin embargo, las consecuencias de esta práctica son «los incendios, la emisión de CO2 y la eliminación del humur que da fertilidad a la tierra; de ahí la necesidad de buscar alternativas como las que aborda el proyecto Life Ecocitric y que da como resultados muchas posibilidades, como los aceites esenciales o pienso para animales. H