Lo que, en principio, iba a ser la limpieza integral de una vivienda de Eslida en la que su propietario acumulaba basuras y enseres inservibles --al paracer el hombre padece el síndrome de Diógenes y también el de Noé--, se transformó en una situación inusual, ya que una vez dentro, los operarios encontraron a más de 30 gatos habitando en ella y a dos perros que estaban mal cuidados.

Ante esta situación, el Ayuntamiento se puso en contacto con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, para buscar el modo de cuidar de la mejor manera posible a esta colonia gatuna. De los dos canes se hizo cargo una protectora ubicada en Onda.

La alcaldesa de Eslida, Lucía Doñate, explicó que «el estado de esta edificación era conocido desde hace varios años por todos los vecinos. Sin embargo, desde el consistorio no se actuó y ahora, y por las quejas del vecindario que no podía vivir por el olor que emanaba, tomamos la decisión de entrar en la misma para adecentarla. Todo ello con permiso del dueño, que no puso ningún impedimento».

ORDENANZA // En este sentido, la munícipe avanza que desde el consistorio se iniciarán los trámites para elaborar una ordenanza municipal encaminada a facilitar y regular las actuaciones en este tipo de situaciones.

Por su parte, el concejal Rubén Carreguí relató que «la sorpresa fue cuando vimos la gran cantidad de gatos que estaban conviviendo en el interior de la casa. A partir de ese momento, los más grandes huyeron pero se rescató a los más pequeños, a los que se trasladó a un espacio público que habilitamos con anterioridad».

Carreguí añadió que el recinto «es un pipican que tenemos en la localidad y que hemos adecentado y cubierto para que no pueda entrar ni salir ningún animal». Además, insistió en que los felinos «están desparasitados y todos los días se les da comida y agua, porque no queremos que los sacrifiquen, por lo que estamos en contacto con diversas protectoras para que gestionen su adopción».

En cualquier caso, el edil hizo hincapié en que «de ninguna manera queremos que los gatos vayan sueltos por el casco urbano, porque empieza a ser preocupante el número que ya existe en el municipio». Y consideró que «el consistorio ha actuado como debe, ya que en vez de llamar a la perrera ha contactado con varias protectoras, para tratar de buscar una salida a una veintena de gatos sin esterilizar, una acción que se requiere para tramitar su adopción y para lo que necesitamos alguna colaboración».

TRATAMIENTO // Respecto a la vivienda, el Ayuntamiento ha vaciado todos los enseres y objetos que iba acumulando su propietario y, posteriormente, ha fumigado dos veces su interior. Ahora, se está a la espera de la contratación de una empresa especializada para que lleve a cabo una limpieza integral y dejar la casa en perfecto estado de uso.