Cerca de 500 vecinos participaron ayer en el desfile de disfraces del Carnaval de Benicàssim, que transcurrió con un gran ambiente y música por el centro del casco urbano. El evento contó con la colaboración de una decena de colectivos del municipio, como las peñas, la comunidad latina, la Colla por un día y alumnos de varios gimnasios de la localidad, que exhibieron sus shows, entre muchos otros vecinos, según informó el concejal de Fiestas del consistorio, Arturo Martí.

El pasacalle arrancó a las 19.00 horas desde el puente de hierro y discurrió por la calle Santo Tomás y avenida Castellón hasta la plaza de Les Corts Valencianes.

Al finalizar, tuvo lugar, como novedad de esta edición, una cena de sobaquillo en la plaza de Les Corts, donde se habilitaron mesas y sillas para los asistentes.Y también una discomóvil animó la divertida velada.