El problema de los actos vandálicos no es exclusivo de ningún municipio, pero no siempre los ayuntamientos tienen la oportunidad de dar con los autores en pleno ataque, como ha sucedido en la Vall d’Uixó, cuando la Policía Local pudo identificar ---tras la denuncia de un vecino-- a un grupo de menores que se estaban dedicando a destrozar a patadas un muro de piedra en seco que forma parte de un conjunto arquitectónico patrimonial.

A la gravedad de los hechos, pues no se trataba de simples pintadas o rotura de mobiliario urbano, sino de graves daños en una construcción histórica con todo lo que conlleva su reconstrucción, se suma el hecho de que se produjera a plena luz del día, en una exhibición de alevosía por parte de los vándalos.

Los hechos sucedieron sobre las 16.20 horas del pasado miércoles, cuando la Policía Local recibió la llamada de un vecino del entorno de la Muntanyeta de la Corona, donde se encuentra la estructura que ha sido objetivo del ataque. El denunciante alertó de que un grupo de jóvenes estaban rompiendo el muro adyacente a la citada construcción. Pero no contentos con el daño patrimonial, tiraron piedras a la zona de la explanada de las peñas --justo debajo--, donde en la actualidad está instalada la plaza de toros portátil de la feria de invierno.

ENTRE 14 Y 15 AÑOS / Una patrulla acudió al lugar de los hechos y pudo identificar a un grupo de ocho menores de entre 14 y 15 años, siete chicos y una chica. Dos de ellos eran los presuntos autores de la gamberrada --se les pilló in fraganti y hay imágenes que lo atestiguan--, mientras que los otros estaban mirando. De los dos primeros, uno tiene antecedentes por actos vandálicos.

Desde el Ayuntamiento confirmaron ayer que «al ser menores, los responsables son los padres, que deberán asumir las consecuencias», y todo apunta a que no será una mera amonestación, atendiendo a la gravedad de los hechos y los daños ocasionados.

Desde el consistorio se incidió en la relevancia de la colaboración ciudadana para poder atajar este tipo de acciones o, al menos, poder dar con los autores y exigirles responsabilidades por los perjuicios que ocasionan al patrimonio de la ciudad.