Tras el anuncio de la suspensión de las Fallas de Benicarló, decidida por mayoría en asamblea el viernes por la noche, la junta de la Falla Mercat Vell emitió un comunicado en el que manifiesta que, si bien considera que la decisión tomada es «prudente y acertada, valorando, por encima de todo, la salud y la seguridad de las personas», cree que es precipitada. «Se hubiera podido esperar al menos un mes o mes y medio más, cuando ya se sabría cómo evoluciona la desescalada, y, al disponer de más datos, poder tomar una decisión que no diera lugar a dudas», recriminan.

La comisión defiende que se posicionaron a favor de celebrar las fiestas josefinas este año, antes del otoño, argumentando que la suspensión acarrea nefastas consecuencias para «el desarrollo del tejido económico que directa e indirectamente se mueve alrededor de esta fiesta».

Por último, la junta destacó la idiosincrasia de las Fallas. «Hemos visto que han suspendido fiestas importantes como la Magdalena, las Fallas en Burriana y otros pueblos que también las celebran o en València, pero no podemos olvidar que estamos lejos de València, y las decisiones que se toman allí, no deben ser, necesariamente, adecuadas para nosotros», apuntan.